Os presento esta película del 1999 porque me parece una grandiosa producción. El protagonista es un robot que sea por la razón que fuere es capaz de aprender y de demostra además sentimientos humanos. Con el paso del tiempo, su mente se reconstruye como la de un ser humano y es capaz de hablar con soltura. Taya figuras de madera y disfruta haciéndolo, por lo que su dueño queda fascinado y descubre que su robot es algo más que una máquina.
Es una película que a mi me ha enseñado que ser un humano o una persona es mucho más que ser un hombre o una mujer, sino que tiene que ver con otros aspectos, como cuestionarse las cosas, aprender y querer aprender, no darse por vencido en nada, tener pasión por las cosas y por lo que queremos. Este robot tenía más humanidad en cada uno de sus circuitos que muchas personas.
No diré más cosas sobre la película salvo el reparto y el director: Sam Neil, Robin Williams, Oliver Platt, Embeth Davidtz, Wendy Crewson, Hallie Kate Eisenberg.
La carátula:

¡Que la disfruteis!
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